El arte de los negocios… acuícolas

Yo me dedico, principalmente, a la acuicultura. Creo que tengo un perfil renacentista en cuanto a esta disciplina, todo me interesa y de todos aprendo, cada día, en cada momento. Tal vez, como dice un buen amigo, estoy iniciándome en el arte de desaprender para empezar aprender sin el lastre de las ideas obsoletas.

De biología de los mejores científicos e investigadores, de sistemas e instalaciones de los mejores ingenieros, de manejo de los mejores técnicos, de salud y bienestar de los mejores veterinarios, del arte de llevar a las personas de los mejores formadores, de innovación de los gurús y pensadores, pero, de negocios… no sé de quién aprender. Escuelas de negocios aparte.

Esto no es porque no haya excelentes directivos y magníficos gestores, ni mucho menos, es sencillamente porque no soy capaz de entender bien los mecanismos que hacen que esta industria, desde el punto de vista de negocio, funcione. Debería ser sencillo, casi como con cualquier otra ganadería, casi como con cualquier otra industria agrícola. Mas o menos los principios son equivalentes, sin embargo…

Leo hoy en MisPeces, en FIS, en CincoDías noticias que hacen que, aunque lo intente, me resulte imposible.

Por ejemplo, cinco grandes bancos que son los principales portadores de la deuda (acreedores dicen) de Pescanova no son capaces de ponerse de acuerdo para estabilizar la empresa. Dicen además que “necesita un gestión diferente, que tiene que ser profesional”. Ya, veo que no soy el único que no entiende de negocios.

Otra. Nireus, “el gigante de la producción de la dorada y la lubina” como lo describen en MisPeces no sabe por qué pierde dinero y lo atribuye a “acontecimientos excepcionales y no recurrentes” aunque sospechan que un incremento de las enfermedades (tal vez pueden decir algo los veterinarios), variaciones en las temperaturas (tal vez consultar a los biólogos y técnicos) y cambios en la formulación del alimento (¿nutrólogos?) pudiera estar detrás de lo que se está empezando a definir como el “síndrome del crecimiento de los stocks” que está afectando especialmente a las especies mediterráneas. Las que están a la cola en cuanto a valor y volumen de negocio, que no en importancia social. Sin embargo, según la noticia de MisPeces, el presidente de la compañía espera, en este 2014, que mejoren los datos económicos del grupo mediante una reducción de costes y una mejora de la productividad.

Definitivamente no sé de quién aprender.