¿Da miedo la innovación?

Siempre que hablamos de imagen en acuicultura, y existe una gran controversia respecto a cómo es, no entro a definirla aunque parece evidente que debemos contribuir en su mejora, hay una especie de karma aceptado, al menos en estos momentos, como se puede observar en los comentarios recogidos en la publicación de ipac.acuicultura, “(…) el consumidor desconfía de la innovación, siempre que aparece la tecnología en la producción de cualquier tipo de alimento -que considera una fuente potencial de riesgos-, sienten desconfianza”.

Discrepo en cuanto a que la desconfianza del consumidor proceda de la innovación, de la innovación como disciplina, como herramienta de trabajo aplicable a cualquiera de las cosas con las que interactuamos a diario, ¿acaso no hay innovación en el IPhone? ¿Nos cuestionamos si es buena o mala?, creo que hay como unos 20 o 30 millones de Smartphone en el país, tal vez exista un riesgo potencial en su uso, eso nos dicen, pero los usamos y es casi imposible pensar en algo que no sea lo que nos proporcionan. La innovación, por ejemplo, también está en la última crema de éxito que contiene ácido hialurónico que, en ocasiones, proviene precisamente de la propia acuicultura.

Bien, cierto, no son alimentos. Sin embargo hay otros muchos casos, en los que la innovación hace que los alimentos no sólo sean percibidos como mejores, sino que consiguen que asociemos la innovación en sí, con la experiencia sensorial que nos lleva más allá de lo esperamos, al éxtasis, véase Nespresso. Tecnología e innovación son las recreaciones y elaboraciones que Ferrán Adrià eleva a culto gastronómico, está en las gloriosas maravillas elaboradas con la chacinería del mar, en el hecho de que el pescado pueda durar uno, dos, cinco días más en la pescadería. La acuicultura es, por definición, innovación y no puede permitirse dejar de serlo.

La innovación, como resultado de la investigación y el desarrollo, no da miedo, ni tan siquiera creo que genere desconfianza, lo que creo que sucede es que no somos capaces de explicarla, de hacerla llegar de forma sencilla y directa al consumidor.